martes, 6 de noviembre de 2007

todos los demás son muy extraños

Estaba comiéndome un pan de muerto …y hasta eso que estaba fresco (el pan, no el muerto) mientras divagaba acerca de lo raro que es el resto del mundo.

No es por ofender a alguien en particular, mucho menos en general…pero es que luego del tercer huesito llegue a la conclusión que vivo en un mundo de frikis, fenómenos, locos de atar, que todos los mortales (con los vampiros zombis y demás, prefiero mantener sana distancia) tienen rarezas por fuera o por dentro o por todos lados

Que cuando ves a una persona que en apariencia luce normal, puedes pegar un brinco de escuchar su voz de pito, ¿que si alguien con una linda voz y buen trasero?…resulta que voto por el Dr simi!

¿Que si lees a un periodista con ideas brillantes?, de pronto ves la foto y resulta el gemelo feo de gollum

Que tal los que guardan el cadáver de su abuelita en la terraza, los que cortan la imagen de su hijo en la foto del perro, por que le pondrán un altar…al perro!!! Y así…cada vez que alguien abre la boca, escribe algo, piensa algo, se compra algo en fin…cada que alguien VIVE…demuestra la veracidad de mi teoría…todos están locos..la verdad no se como es que yo nací normal…por que mis padres …así que …!huy que bárbaros…que normales son!…tampoco…por ejemplo, Mi abuela (Dios la tenga en su santa gloria) castigaba a sus hijos (mis tíos) cuando se peleaban, poniéndoles sal en la espalda desnuda y haciendo que se la lamieran uno al otro… y así puedo poner algunos cientos de ejemplos de igual numero de familiares….

Pero no, mi teoría no la basé únicamente en el seno familiar, por que sé bien que podría ser poco objetiva, o quizá correría el riesgo de ser único miembro normal de la única familia anormal…algo así como la guerita (no recuerdo el nombre) de la familia monster, pero en guapa belleza latina, claro.

Mi teoría, la baso en la experiencia cotidiana, y es que en 36 años de vida, he sido testigo de un desfile interminable de los especimenes mas extraños, alebrijes dignos de ser llevado a catalogo.

Afortunadamen te, soy una persona harto tolerante, y eso me ha ayudado a vivir en sana convivencia con cualquier individuo por excéntrico que este pueda llegar a ser. La única desventaja -para el mundo, no para mi- es que me queda claro que jamás voy a intercambiar mis (perfectos) genes con los de esta subespecie que habita la jungla de la ciudad de México (o el mundo). Dios me libre de tener hijos con cualquier perteneciente a ese atado de gremlins!

Así pues, decidí marcharme a un retiro al desierto de sonora, donde seguramente encontrare la tranquilidad y el sosiego que un espíritu elevado merecen.

No es una carta de despedida… prometo regresar, algún día, quizá lo suficientemen te iluminada para comprender el extraño mundo que me rodea.


Besos ermitaños
A

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