jueves, 24 de enero de 2008

ROMPECABEZAS

En ocasiones desespero de toda esta opresión a la que se me somete constantemente, tal pareciera que mi cuerpo es estirado, golpeado, clavado y manipulado al antojo del verdugo, y después de ello sin mas ni menos se me regresa a la posición original haciéndome creer que la crucifixión ha terminado, poniéndome en sabanas blancas lista para ir a un lugar de paz.


Pero no es así, en cuanto empiezo a sanar; la tristeza, el rencor y el dolor llegan nuevamente a mi disfrazados de dura humanidad, esa que solo tiene boca para expulsar sonidos desgarradores, acompañado de espinosas enredaderas que abren nuevamente las cicatrices pasadas.

Quisiera responder ante ello… no verme subyugada, tomar un trozo de dignidad y llenarla de coraje para sacar las entrañas de aquel ser que tanto daño causa al vendarse con las sombras de los demonios mas bajos.


Desearía poder cortar su alma con un filo de bondad, arrancarle de un solo tajo esa inhumanidad de sus ojos para que pueda volver a ver el mundo que alguna vez me mostró y regresar al tiempo de cuando podía verle el rostro que con tanta felicidad llamaba "padre".

1 comentario:

Anyway dijo...

Hola.Sólo para felicitarles por los 100 días de éste blog que me encanta. Saludos y sigan así.

Ironía, sarcasmo, humor negro, sexo, amor y desamor, cine, libros, música, mujeres, locura, amargura y cosas peores