martes, 19 de febrero de 2008

Geisha




No soy una puta –me dijo seriamente- soy una geisha de occidente, una geisha moderna
Entonces perdonaras mi vulgaridad -respondí, con la mirada sobre mis compañeros de trabajo que no contuvieron las carcajadas- supongo que debí pedirte algo mas decente, quizá un 69, pero vamos! entiéndeme, es mi cumpleaños, y este ato de cerdos (dije señalando a mis espaldas, al tiempo que estallaba de nuevo el jolgorio) No tuvo a bien ofrecerme al menos una cena en macarronis.

-Ya dije que no soy una puta-

Esta bien, entonces dime Geisha moderna, ¿Qué es lo que si puedes hacer?

-Te puedo recitar poemas, o cantar una canción

-eso suena bien para mis reuniones familiares, así que no, gracias.

-te puedo leer una historia fantástica, la noche es joven

-Pero yo no (¿No dije que es mi cumpleaños?)

-Entonces iremos a mis aposentos y te daré un masaje con aceites de especias

-(¿Quién diablos dice ‘aposentos’?)

Y me llevo hasta una puerta del lado derecho, ella entró al mismo tiempo que salía un tufo entre marihuana y pachuli que me hizo toser.

-Eh, tú geisha o como te llames ¿sabes? Yo no consumo drogas

-No es droga, es perfume, entra y acuéstate acá

Ya dentro me desabotono la blusa, me bajo la falda, me sacó las zapatillas y me envolvió en un solo velo luego de que yo –intuitivamente- me quite todo lo demás, entonces me acosté y cerré los ojos para que ella me hiciera volar por una hora exacta. Al final me ayudo a vestirme y yo no pude decir nada elocuente, sino ‘gracias’

Hasta el día de hoy me pregunto si usó alguna droga en mi, es más, no recuerdo si bebí algo, y no encontré marcas en mi cuerpo de ningún punzón, lo que si recuerdo es que con su manos y con ese cantar intermitente viaje a un lugar que no existe y sentí toda mi sangre correr, que vi el placer en el color de sus medias de seda, que sus ¿caricias? fueron más generosas que las de mi amante mas atrevida, pero sin ese exceso de lujuria, que no me hizo falta por mucho que viera su cuerpo apenas cubierto de tres prendas pequeñas, también sé que por mucho que quiera, no puedo regresar a ese lugar, por miedo a enloquecer por completo, ahí se encuentra contenido mas placer del que mi pequeña existencia puede soportar.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Uff!!!

Afortunadamente no era una Puta...

Anónimo dijo...

Muy bueno.
Me encanto!

Caminante dijo...

El shiatsu es una maravilla, alla por barranca del muerto esta la casa de cultura de japón y tienen directorio de masajistas de shiatsu y es una delicia.

Altamente recomendable.

E.L.V.I.R.A. dijo...

que riiicoooo quiero un masajito... y mas si me lo dan con esas manos...

Zo dijo...

wow! yo quiero una de esas ... se me hace que un dia ire a dicha casa de la cultura de japon mmmm tendran que pasarme el dato.

Unknown dijo...

Jajaja y ahora ya sabemos que regalar para un próximo cumpleaños, no? jajaja

Uy lástima q no me gustan los masajes, aunque darlos, eso es otra cosa jeje

Poesia dijo...

Creo que hablas del club japones Caminante (que esta por la liga maya ¿no?), y aunque
mi comida favorita es la italiana, tambien tengo una venita japonesa por ahi, que me hizo darme una vuelta al restaurante del club japones por recomendacion de alguien, y -para mi gusto- (y solo hablo de la comida) dejo mucho que desear, ya no regrese, de hecho...Pero lo de shiatsu suena interrrresante, muy interrresante... Si L va, ya tendra que contarnos a Arabe Chinis y mua
( a V no por que se espanta y esdta recien casada juar)


Besos frotados
Poesia

Anónimo dijo...

A mi tampoco me gustan lo masajes, pero me gusta darlos...que sean pies, espaldas o cuellos...que incanto! esta muy bien escrito..brava!!
Besos

Ironía, sarcasmo, humor negro, sexo, amor y desamor, cine, libros, música, mujeres, locura, amargura y cosas peores