Hay millares de amargados que sufren al verte sonreír, y que te detienen en tu alegre paseo por la vida para arrancarte con su amargura una gota de bilis.
Pero no hagas caso si alguno de ellos pretende interrumpirte durante la lectura de este libro, y aléjale de ti diciendo con voz caritativa: «Dios le ampare, imbécil».
RABODEGATH TAMBORE. (Pensador bastante indio).
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Uno cae en su trampa dado que el inicio es genial, y luego, pues más vale terminarlo ¿no?. Novelas cortas que me parecieron cuentos. Alvaro de Laiglesia tiene un sentido del humor peculiar, no muy sofisticado, no muy negro, pero puedes sonreír un par de veces a lo largo del libro.
Estuve leyendo la biografía del autor, y mencionaban lo olvidado que esta ahora su obra. Creo sinceramente que no es injusticia, solo que hay una competencia muy fuerte para su genero, y que las mentes ágiles y amenas -afortunadamente- siguen entregando relatos breves para nosotros los ociosos.
Besos ocurrentes
A.
3 comentarios:
Pues no se que libro es. Tampoco conozco al señor. Ni platicado, ni leido, ni visto, ni saludado ni nada.
Pues de hecho jajaja...
De solo leer el titulo ya sonrei =)
Es bueno una sonrisa de vez en cuando, voy a buscar algo del autor.
Tambien quiero leer a Jorge Ibargüengoitia desde hace rato.
Saludos!
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