jueves, 21 de agosto de 2008

Tabaco y mucílago

Me gustó su puro al lado izquierdo alterándome el olfato. Pienso: Tabaco y mucílago, la nueva fragancia que Calvin no patentará, no señor. Me gustaron sus sabanas de colores neutros, los boxers en el piso, su balón de básquetbol. No hay casi nada en su frigobar, salvo leche descremada, aceitunas y cielos! ¿un dildo?. Me dice que vuelva a la cama. Se frota lubricante en las manos. No lo necesito, lo sabrá dentro de cuatro pasos.




¿Alguien habrá hecho el salto del armario? -Me pregunta-

No, yo creo que es una leyenda urbana. (pero recuerdo)

La tarde durará dos horas más, hasta que ella emprenda su regreso al taller para seguir martillando.



Besos satisfechos
Poesia.

3 comentarios:

Mónica Sánchez Escuer dijo...

A mí sólo me gusta el olor de un puro cuando está apagado...
Bien por los besos satisfechos!

El Diablo Des. dijo...

A mí solo me gusta el olor de un puro cuando lo estoy fumando...


Nada de besos.

Rous dijo...

:D Hola Ami me gusta la mezcla de perfume de hombre con el aroma que les deja el cigarro. Que mejor aprovechadas esas 2 horas. Yo creo que nunca se satisfacen los besos... o si? Saluditos

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