Las histrionicas, los narcisistas

Cuando vi los resultados de la prueba de locura en las lesbianas me fui de espaldas, más del 80% salieron histriónicas.

(Las personas con personalidad histriónica buscan llamar la atención y se comportan de modo teatral. Su modo de ser tiene como resultado el establecer relaciones personales con facilidad pero de modo superficial. Las emociones a menudo son exageradas, infantiles e ideadas para provocar simpatía o atención de los otros. Las personas con personalidad histriónica son proclives a los comportamientos sexualmente provocativos o a sexualizar las relaciones que no son sexuales. Pueden no querer realmente una relación sexual; más bien, sus comportamientos seductores frecuentemente encubren un deseo de dependencia y protección. Algunas personas de personalidad histriónica también son hipocondríacas y exageran sus problemas físicos para llamar la atencion.)

No es que me extrañara, la sorpresa fue por la precisión, más bien. Al leer la descripción del carácter histriónico veo retratada la manera en que funcionan las relaciones en el mundo lésbico. La naturaleza de los conflictos casi siempre es pasional, y por líos de faldas, es muy difícil que quiten el factor sexual de sus relaciones, incluyendo las relaciones amistosas, o de poder/laborales, etc.

La mujer lesbiana en su mayoría (estoy generalizando, no totalizando) toma un papel en el grupo, y actúa con él y espera de las demás una respuesta que afirme ese papel (la mujer fatal, la mujer de mundo, la cabaretera, el macho alfa, el payasito, la indomable, la protectora, la señora respetable y unas pocas variables de estas mismas)

No nos culpo, la mujer lesbiana añora un espacio para poder ser todo lo que no es posible ser en la sociedad ‘normal’, así que creamos un microcosmos con todos los personajes necesarios, cada una de nosotras juega un papel en esa obra.

Ya hasta me parece tierno.

Y luego, para colmo, lo comparo (inevitablemente) con los resultados de los bloggers que son simpatizantes del hedonismo…en donde abundó el narcisismo (incluyndome, con nivel de muy alto), lo cual, curiosamente da al traste las impresiones misóginas de que todas las mujeres somos dramáticas, ya que como todos saben, aquí también hay muchas niñas.

(Las personas de personalidad narcisista tienen un sentido de superioridad y una creencia exagerada en su propia importancia. La persona con este tipo de trastorno de personalidad puede ser exageradamente sensible a los fracasos, a la derrota o a la crítica y, cuando se la enfrenta a un fracaso para comprobar la alta opinión de sí mismos, se ponen fácilmente rabiosos o deprimidos. Como creen que son superiores a los demás, esperan ser admirados y, con frecuencia, sospechan que los envidian. Sienten que merecen que sus necesidades sean satisfechas sin demora y por eso explotan a otros, cuyas necesidades son consideradas menos importantes. Su comportamiento es a menudo ofensivo para otros, que les encuentran arrogantes o mezquinos.)

Quizá los simpatizantes del hedonismo tienen una vena hedonista por ahí, y que sería eso sino saberse merecedor de gozar con lo mucho o con lo poco, de tratase bien, de quererse, por que después de todo, sea un café, un libro, una palabra nueva en nuestro léxico, una vista hermosa, una noche de sexo, una rica cena, una buna canción, una mac nuevecita, la familia… y todo lo demás que nos acaricia los sentidos, no es sino por supuesto, lo que nos merecemos.

Besos hedonistas

Poesia.