bailarina exotica y pornochic

Tuvimos fiesta el 14 de febrero, hubo show con una ‘ailarina exótica, sobra decir que el 99% de las asistentes se pusieron locas; a mi me sorprendió verlas transformadas por que haciendo honor a la verdad, ella no era mas guapa que algunas de las asistentes y muchas bailaban bastante mejor que ella. Cosas del destino, en algún momento la bailarina se puso justo enfrente de mi dándome la espalda; no bien había terminado la noche cuando la organizadora me pregunta la razón por la cual ‘’no me aproveché’’ como lo hicieron otras tantas durante el baile sexy.



Pensé mas de dos veces mi respuesta; finalmente argumenté que ella no era mi tipo de chica. A lo que recibí como respuesta: ¿Y eso qué? ahí la tenías a la mano!

No era el momento, ni el lugar, quizá ni la persona adecuada para explicar lo que pienso al respecto.

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Uno de los argumentos contra las uniones homosexuales es:

‘vulneran el matrimonio tradicional’

Curiosa preocupación, cuando el matrimonio al igual que muchas otras estructuras sociales, solo ha sido constante en una cosa: el cambio.

Cualquier mujer en sus 40 ha sido testigo de algunos de ellos, Las mujeres en sus 80 han visto estructuras que nos parecerían ridículas. Gran parte de estos cambios se deben a los avances en derechos humanos; el poder del voto (apenas en 1953!), el uso de anticonceptivos, el divorcio, incluyendo la eliminación de ‘causal’ para llevarlo a cabo, el derecho ¿obligación? de ambas partes en la contribución económica al hogar, así como la participación en la crianza de los hijos.

También ha cambiado nuestra visión del amor y del sexo, por que ha cambiado nuestra visión del cuerpo.

El cuerpo ya no es ‘la parte animal’ de nuestro ser, ahora somos el cuerpo, y la exaltación del cuerpo es comercial, pocas cosas venden mas que el cuerpo, quizá lo supera el cuerpo desnudo, el cuerpo sugerente, el cuerpo ofrecido, el cuerpo como mercancía que se compra, que se gana, que te pertenece.

El cuerpo de las mujeres y los hombres son igual que el automóvil, que los jeans, que el diamante; objetos hermosos codiciados, y por supuesto, entes sin alma.

Si lo tienes a la mano, tómalo, úsalo, diviértete ‘para eso esta’

Entiendo que mi visión de este asunto puede ser más apasionada que la de un hombre, puesto que en mi caso lleva la carga de saberme parte del ganado. Por eso no puedo ‘aprovecharme’ y lanzarme sobre una mujer que ‘para eso esta’ como si fuera la fruta de una piñata. En medida que dejemos de comportarnos como un objeto, la sociedad dejara de tratarnos como tal.



Considero al ser humano, de manera indistinta a su sexo como un ser hermoso y valioso mas allá de su cuerpo; sin ser budista comparto totalmente con ellos la idea de que yo no soy mi cuerpo, y nadie lo es, para mi resulta terrible pensar que nuestra existencia tiene validez por el tiempo brevísimo que la naturaleza nos conceda un cuerpo hermoso, y me resulta tristísimo pensar que el erotismo este limitado a ese periodo también.

Me gusta el cuerpo de la mujer, me erotiza, pero mas que un objeto de goce, me resulta el medio por el cual puedo conectarme y llegar mas allá, donde ella es distinta todas, única.


Mas de una vez el cuerpo me ha sobrado -el mío y el de mi amante- cuando el abrazo me limita y sé que ahí está aquello que mi alma anhela, y necesito desesperadamente fundirlo en mi misma, en ese momento soy mas yo y mas plena y mas libre que en ninguna otra circunstancia. Estoy cnvencida que la ilusoria posesión de ningún objeto, por bello que sea podrá otorgarnos nada igual.