jueves, 28 de mayo de 2009

Ignis sacer (historia de un esclerocio maldito)


"Cuando el cereal ondula con el viento,
Körnmutter (diosa madre de los granos)
pasa por el campo dejando a sus hijos,
los lobos del centeno"

Canción alemana.

Año del señor de 1495. Hieronymus Bosch y su tríptico Las tentaciones de San Antonio: no seré la primera en declarar, -a lo Erwin Panofsky- “Esto es demasiado alto para mi ingenio, prefiero abstenerme”. Fuego, sufrimiento: que San Antonio fuera el intercesor entre el demonio del ergotismo y la cura divina no era más que el orden natural de las cosas.

Me encuentro entre las regiones orientales de Francia, Rusia, Alemania: suelos ácidos, arenosos, regiones montañosas de crudos inviernos. Aquí se gestaron epidemias que han quedado perdidas entre los campos de trigo (que ha suplido al centeno tras las mejoras en las técnicas agrícolas). Y sin embargo, habita entre las gramíneas, esperando para resurgir: sólo necesita hambruna y pobreza, como tantos titanes de la epidemiología: peste, lepra, tuberculosis; pero el guardián entre el centeno no pertenece a los procariotas: es un hongo. Les presento a uno de los azotes medievales menos conocidos: el Claviceps purpurea, mejor conocido como cornezuelo; como cualquier estructura biológica, sus atributos son influidos en gran medida por el ambiente que le circunda: su porcentaje de alcaloides varía; la intoxicación puede ser aguda o crónica:

La ergotamina origina contracción de los vasos sanguíneos, lo que conduce a isquemia (falta de oxígeno y nutrientes a los tejidos) y finalmente a la necrosis (gangrena). Narices, orejas y dedos caían a los pisos de tierra y paja: no, no era lepra; era tejido muerto por trombosis arteriolar; los cirujanos barberos se encargaban de amputar lo que no se cayera por sí mismo (como hasta la fecha) supongo que no debió ser un espectáculo agradable, salvo para los acromotofílicos. Por otra parte, estimula las contracciones uterinas, por lo que fue utilizado por comadronas y ginecólogos para controlar la hemorragia postparto, así como para inducir abortos.
La ergotina, por otro lado, cuando se cocinaba en el horno del pan, trasmutaba –como en el mejor proceso alquímico de la edad media- en dietilamida de ácido lisérgico; sí, LSD. Ésta es una buena explicación de los delirios, alucinaciones y crisis convulsivas tónico-clónico generalizadas que aquejaban a estos pobres mortales, pero considerando que antes del siglo XX la neurobioquímica no estaba especialmente desarrollada, no es de extrañar que muchos hayan acabado consumidos por el dolor ardiente que no provenía de la isquemia tisular: imagínense un escenario que oscila entre personas que aúllan, convulsionan y alucinan, mujeres que abortan y gente que deja manos y pies negruzcos desperdigados; supongo que arrojar el mal a la hoguera fue lo menos dantesco.

Una tragedia que supera las griegas: las semillas de la locura y la muerte estaban en el pan de cada día (sin alegoría).


La ruta jacobea. Convento de San Antón. Castrojeriz, Burgos.

"Recorre la ciudad, Jerusalén, y marca una tau en la frente de los hombres que gimen y lloran por todas las abominaciones que se cometen en ella"

La llevaban en la frente, marcada con el fuego del sufrimiento que consumía a sus semejantes, bordada con hilos azules sobre el pecho en el hábito negro, obscuro como la cubierta del esclerocio del Claviceps purpurea: un espolón botánico mortal, un ergot. Los frailes antonianos deambulan entre los enfermos, los peregrinos: entre los necesitados de Dios y del hombre, con manos de las que surgen apósitos de bledo, cataplasmas de parietaria y albayalde, vendas impregnadas de grasa de cerdo que se adosan a las extremidades necrosadas; vino bendito que se derrama sobre las mismas entre gemidos y oraciones.

¿Cómo se combate un pan maldito? Pues… con pan bendito. Pan negro Vs. Pan blanco: si los cereales no han sido tratados, el cornezuelo parásito acentúa la coloración oscura del ya per se pan tostado (trátese de centeno, mijo, avena…). Empero, la peregrinación hacia España –donde el pan se elaboraba preponderantemente con harina de trigo, que raramente es parasitado por el cornezuelo- sin duda era el medio más efectivo de curación: se eliminaba la exposición a las toxinas; aunado a la oración, los métodos farmacológicos herbolarios y la mejoría en cuanto a dieta e higiene comparado con el mundo fuera del convento… hacían el resto.

Pont-Sant-Esprit, Francia, 1951. Aparentemente, el último brote de la epidemia por pan maldito.

El Bosco refleja a los demonios del fuego: fe y ciencia deben aunarse en la causa común de la curación que redime.

México. 2009. Para como están las cosas, no lo culparé de paranoico si piensa que su pan está un poco más negro de lo normal; no se preocupe, es mucho más factible que se atiborre de pesticidas que de cornezuelo.

Este viaje mental ocurrió mientras acariciaba a una adorable Yersinia pestis (versión Giant microbes®) de suave peluche negro e inquisitivos ojos azules de plástico. Su forma curva, la dicromía azul-negro (mi preferida por motivos ignotos) y el hecho de compartir la memoria histórica de ser flagelos medievales (que, contrario a la creencia popular y a los informes de la OMS, aún pululan felizmente entre los pobres, por los siglos de los siglos) me han llevado a tipografiar este pasaje.

Adéndum._ No se consumió ningún alcaloide de tipo LSD durante la redacción de este lapsus motafísico.

18 comentarios:

A dijo...

Buen post, Aurore

Yo como soy racista y me encanta el negro, prefiero el psn de centeno, es delicioso con pesticidas y sin ellos, con microorganismos y sin ellos, eso si, acompañado de queso brie...¿que mas?

Besos queseros
A.

Livi Jazmín dijo...

Qué buen viaje motafísico, de la medicina a la literatura y qué impecable.

Anónimo dijo...

Queso brie... le gustaba a Patrick Bateman.
Besos psycho gourmet.

Arabe dijo...

Excelente relato! Como dice trompetista: impecable!
Gracias por compartirlo.

AnarquiStar dijo...

Yo prefiero las tortillas de nopal, para no estriñirme con tanto coraje que me hacen pasar nuestros gobernantes y ediles, los cuales tienen arreglos con el crimen organizado y no sé cuántas cosas más atoradas para que sus esposas despilfarradoras sigan comprando en El Palacio y Sack's Fifth Avenue y sus putos-hijos-juniors sigan en el Tec (no todos son así debo aclarar) y sigan despilfarrando cada fin de semana nuestros impuestos en bares y carreras de autos mientras nuestras autoridades no actúan para detener tal impunidad...

Uf!

¿Ven lo que hay detrás de un simple pan o tortilla de nopal?

Aparte de los viajes LSD (¿Lucy in the Sky with Diamonds?)

Ash...

Cheers...

marichuy dijo...

Querida Aurore

Tus lapsus motofísicos, resultan fascinares. Tan vívidos y reales, caray. Pero yo, como A, prefiero el pan de centeno, justo como el que hacen en Alemania; para mi gusto, el mejor que puede haber.

Un beso

Anónimo dijo...

Trompetista de Falopio: me gusta ser trompetista de Eustaquio.

Anarkista superestrella: he perdido en cuanto a viajes ácidos.

Mi queridísima Marichuy: algunos panes de centenos fueron digeridos durante la redacción de este lapsus motafísico. Un abrazo a la usanza del viejo mundo.

Anónimo dijo...

... Panes de centenos (sueña gramáticamente incorrecto, lo sé, pero hay que mezclar varias harinas, ¿sabían?)

Saludos plurales.

JP dijo...

-- me parece que de esas alucinaciones es que nace la leyenda de las brujas, que tiempos en los que comer era todo un viaje, saludos aurore!

Anónimo dijo...

Jota Pe: mucho se ha discutido que el cornezuelo fue el demonio que sedujo a las "Brujas de Salem".
Saludos alucinados colectivos.

Anónimo dijo...

Otros nombres conocidos para la enfermedad producida por el esclerocio maldito como lo llamó Aurore

Mal des ardents
Heiliges feuer
St. Anthony´s fire

Y en el siglo XX el LSD llamado "Medicina para el alma" y también "hijo problema" por su descubridor Albert Hoffmann, (fallecido el 29 de abril del año pasado a los 102 años) en aquel conocido día de la bicicleta en 1943; después de sus investigaciones con el cornezuelo

Interesantes temas pueden desprenderse de tan buen relato.

Saludos
Lucas

Arabe dijo...

no le hagamos el feo al "mexican caviar": el huitlacoche!
Por que ese hongo si que esta bueno! jojo!

Anónimo dijo...

Mexican caviar: escamoles.
Finí.

Enrique dijo...

Cuando observas las obras de Hieronymus Bosch alias El Bosco, cualquier lapsus motafísico se queda corto...muy corto.
Aún así las obras de El Bosco me gustan, así como tus textos Aurore.
Saludos

Anónimo dijo...

Sí, El Bosco per se es una alegoría. La piedra de la locura y la nave de los locos me resultan especialmente perturbadoras... me pregunto por qué (ja).
Saludos siniestros.

Anónimo dijo...

Por si alguien gusta un viaje Boschiano... libre de psicotrópicos.

http://www.pubmedcentral.nih.gov/articlerender.fcgi?artid=1898306

Anónimo dijo...

Lucas: en definitiva, del tema se pueden desprender tantos miembros... jo.

ángel dijo...

Gracias por tu visita a mi espacio, ya tuyo, de ustedes, y por el comentario que dejaste al pie del poema de Rosario castellanos.


Saludos...

Ironía, sarcasmo, humor negro, sexo, amor y desamor, cine, libros, música, mujeres, locura, amargura y cosas peores