tre-gua

Desde que Dora se unió a nuestra relación las cosas cambiaron notablemente, comenzamos a vernos con otros ojos, retomamos la coquetería y la seducción, había mayor empeño en lucir jóvenes y sexies, aunque ya no lo fuéramos ni lo uno ni lo otro.

Pero siempre fuimos jóvenes en la cama, nunca creí que tres cuerpos podrían acoplarse de esa manera en tan poco tiempo, conocernos bien, satisfacernos completamente. (Pude vivir mi faceta inter mejor que nunca) Mis deseos de ser tomada se cumplían lo mismo que los de poseer, - muchas veces de manera simultanea- Recuerdo el cuerpo de Dora, suave, dócil, receptivo, recuerdo sus abismos, su humedad, sus ojos mirando a la nada en el orgasmo pausado debajo de mi cuerpo, tan distintos a los míos, ruidosos, espasmódicos, liberadores de la pasión contenida mientras era penetrada en las posiciones mas descabelladas; Podíamos hacernos el amor por horas sin cansancio, estando entre los cuerpos de mis dos amantes, comprendí lo que es secarse de placer.

Lo que no resultó fácil, fue el plano sentimental, me costaba ver que se besaban de manera tierna cuando Dora regresaba del trabajo, aunque yo también recibiera ese mismo beso cálido de sus labios; Me costaba tranquilizarme cuando encontraba una nota (que no era para mi) que decía ‘te amo’ y un beso pintado debajo de su almohada, lo mismo el día que llegue temprano de la universidad y la casa estaba sola, llegaron tarde, habían tomado y se reían de sus torpezas al subir las escaleras, aquello había sido una cita planeada. Cuando Dora cruzo la puerta me dijo ‘pensábamos que llegabas más tarde y fuimos por una copa, espero que no te moleste’, se sacó las zapatillas, se quitó el vestido y nos dio la espalda mientras caminaba desnuda a la ducha. Su cuerpo era un insulto rebosando sexualidad en cada paso. Pero no solo sexualidad, también el amor en un plano ajeno a mi persona. No me preocupaba verla gozar en sus manos, creo que hasta me excitaba viéndoles darse placer oral, pero saber que pasarían planeando horas libres de carnalidades, lejos de mi, conociéndose, eso era un conflicto.

Quise platicarlo con Alex, le pregunte sobre mi, sobre el amor, sobre lo nuestro.

Alex me tomo la barbilla entre sus dedos, me planto un beso en la frente.

-En la frente-….ES SEÑAL DE QUE DESEA UNA TREGUA.

-Contéstame, ¿aun me amas?

- Amar es una palabra complicada, nena, tu yo tuvimos nuestro momento.

El agua de la ducha dejó de correr, Dora salió a la sala envuelta en una toalla, nos miro unos instantes y finalmente habló:

-Yo le he pedido que sigamos igual, pero Alex, después de todo es mas tradicional que tú y yo. Lo siento, no ha sido mi idea, yo si estoy dispuesta a seguir así.

La noche fue larga y por primera vez, yo dormí en el cuarto de visitas.

**********

Tres besos

Poesia.