Caliéntame el oído, háblame a la oreja ¿así era?

En el blog de la Guapa leía que a ciertos muchachos (muy) guapos no se les necesitaba para hablar, por que así como están, no se les pide nada.

Eso me puso a pensar sobre otra de mis excentricidades; las personas hermosas que vemos en la publicidad de perfumes, ropa interior y demás, me parecen estéticos e incluso algun@s veces me parecen bell@s (de entrada los estándares de belleza actuales no son compatibles con mi filias). Pero no se me antojan para hacer cosas sucias, no me provocan ganas de algo más que decir ‘ah, que bien luce’. ¿Será por que soy cero visual?

Hay tres cosas que me prenden:

1. Las mordidas. Aunque para que alguien me pueda morder, requiere que se encuentre de este lado de la delgada línea roja, y eso sucede de dos maneras.

2. El olor. No cualquiera, el de la piel de algunas personas pueden literalmente volverme loca, ha sucedido unas cuantas veces en mi vida, pero siempre tuvo consecuencias incontrolables. Y aunque no les robé el olor –como famoso asesino de la literatura – ganas no me faltaban.

3. Las palabras (¿será por que soy auditiva?) y aquí si está mi talón de Aquiles, no hay manera de que yo no pierda cuando alguien habla con elocuencia, acertividad y pasión de algún (creo que cualquier) tema.

Así perdí un par de amistades, todo era perfecto hasta que profundizábamos en la plática, o me daban cátedra de algo, y de pronto les encontraba simplemente irresistibles, me sobraba la mesa y peor aun, la ropa. Cyrano sería mi perdición.

De verdad es algo que no he logrado entender de mí, no sé de donde viene esa locura/filia/debilidad. Por que evolutivamente no hay razón alguna que resulte favorecedora a los individuos que son ‘verbo’ sobre los que son saludables, fuertes y con características que los hagan más aptos para la reproducción -que son meramente anatómicas- ¿cierto? (Yo sé que dirán ‘verbo mata carita’, pero no estoy tan segura, a lo largo de la vida he visto que siempre tienen más éxito los guapos y las bonitas, que tienen más éxito los de buenos cuerpo que los obesos, y que muchos ñoños y ñoñas andan solitarios por la vida, cuando nadie se atreve a descubrirlos, y sobretodo a gozarlos en un plano distinto que el académico/laboral)

Pues bien, por algo la naturaleza nos diseña caprichosamente, y en mi caso, entenderán que con quienes me he relacionado afectivamente/físicamente, son invariablemente personas conversadoras, huelen rico o en su defecto... tienen fuerza en las mandíbulas.

Besos perversos

A.