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La soberbia de los médicos también fue transferida en ese beso, todos en casa notaron la mirada despectiva que dirigió a Ega y Tahir, sintió que no las necesitaba, si acaso fue natural con su padre, considerando que el era necesario para su supervivencia mientras fuera menor.

Pero en éste análisis Nekane fue inexacta, aunque sabía que su madre nunca tuvo la fuerza para amamantarla, y que el preciado calostro con que fue alimentada, provenía del cuerpo de Ega, ignoraba que también de su nodriza provenía el poder que ahora conocía.

Los senos de Ega contenían leche, ambición y magia; de los cuales, solo la ambición era voluntaria, ya que al haber perdido a su hijo poco después de haber nacido, en manos de cazadores de brujas, Ega no tenia en quien perpetuar su poderosa herencia, y vio una oportunidad perfecta, cuando llegó a un mercado y la matrona que le dio hospedaje, le contó que haría labor de parto con una primeriza. La nueva huésped pregunto cuanto quiso, y obtuvo todas las respuestas de la matrona, sin necesidad de usar sus conjuros, y cuando supo todo lo necesario, hizo a la matrona beber de su plato, el cual tenía en el fondo un pequeño hueso que envenenaría sin remedio alguno a quien lo bebiera; la matrona cayo al piso y Ega tomo las cosas de su victima antes de salir para atender a la primeriza.

Ella lucía como partera, así que en el portal le permitieron la entrada sin hacer preguntas y en el interior la esperaban un padre y dos abuelas desesperados por ver a su primogénito.

-nacerá una niña- dijo Ega apenas estuvo frente a la mujer encinta, y una de las abuelas explicó que los hombres de su apellido, siempre engendraban hombres. Ega no dio respuesta y no volvió a hablar más que para dar instrucciones sobre el agua y las mantas, tuvo extremo cuidado en todo lo que hacia, Por que el parto debía ser limpio, la niña debía tener el menor contacto con la sangre de la mujer, realizó rezos con ese fin, que dieron buen resultado mientras las viejas que repetían el padre nuestro, y cuando el parto terminó, no se sorprendieron tanto por el hecho de que la criatura era una niña, como por haber visto salir, por única vez en su vida, una cabeza, y luego un cuerpo del todo limpio.

El primer bautizo de Nekane, no fue el de los ritos cristianos, tampoco el más concurrido, se llevo a cabo a los 8 días de su nacimiento, -un día por cada vida que el alma de Nekane había tenido-, fue fácil realizarlo a escondidas, por que el padre de Nekane pidió a Ega que la alimentara a la criatura, ya que por alguna razón desconocida (pero no desconocida para Ega) la esposa no conseguía producir leche. Así Ega se incorporo a la familia con todos sus privilegios, y nadie cuestionó que cuando la niña lloraba, Ega corriera presurosa a cargarla sin importar que hora de la madrugada fuera, así, durante su primer novilunio y sobre una piel teñida de verde, Nekane fue bautizada por los espíritus guía de la nodriza, fue prometida también a un destino majestuoso, por que los espíritus vieron su futuro, y supieron que sería grande como nadie desde muchas generaciones atrás, que mientras ella viviera, no nacería una mayor, y cuando ella muriera, pasarían dos generaciones para su nueva reencarnación, en la cual seria grande o pequeña, según su alianza, a la luz o a la oscuridad. Ahí comenzaba el trabajo de Ega, quien entendió como un mensaje de los astros que el bautizo de la niña debiera efectuarse justamente durante la luna negra, creyó sin asomo de dudas, que ésta niña sería una verdadera sierva de la oscuridad.