jueves, 18 de octubre de 2007

Bordando el manto terrestre/la abolición del limbo


Tengo seis nuevas bordadoras, hermanas todas, ellas murieron al ritmo del ave maría mientras se desplomaba el techo de la capilla donde las estaban bautizando.

En realidad son (¿eran?) septillizas, pero una de ellas alcanzó el sacramento (De la mano del cura que quedó aplastado debajo de una enorme viga empolillada). Pues bien, éste fue uno de esos raros casos que suelen salir en los medios escritos del bajo mundo, - yo casi ya no recuerdo el bajo mundo- creo que llegué al limbo hace mas de cuatro siglos, cuando aun crecíamos por que no había suficientes pobladores adultos para tomar los puestos que hacían falta.

Luego, con los años, la audiencia católica terrenal disminuyó, aumentaron los creyentes musulmanes, cristianos, de la nueva era, etc, y con ello, -obviamente- aumentaron las almas que no eran bautizadas por un cura. Así comenzó la sobrepoblación limbica, y salió el decreto de que los bebes se quedarían bebes algunas décadas, por que es mas fácil tener nanas, arrullándolos, que tutores lidiando con adolescentes rebeldes que todo el tiempo quieren colarse al infierno para ver si los cuentos sobre las diablitas son verdad.

Bueno, estaba con lo de las septillizas, el caso de ellas es complicado, creo que tardará en resolverse, por que aun no esta del todo claro si son inocentes o ‘no inocentes.’ (Si ese techo hubiera caído unos minutos después, o si hubieran muerto en mayo en vez de abril Habrían alcanzado el cielo las siete!) Pero el problema no es dejarlas aquí, sino que atrajo la atención de todo mundo, sobre lo débil que es la legislación religiosa: ¿cuál es la diferencia entre la que se fue al cielo y las otras seis? La capataz oficial insiste en que se quedan aquí, yo las veo muy inocentes a las pobres, con sus caritas dulces, obedeciendo las instrucciones que les son leídas eternamente, y entonces la capataz me dice: el agua bendita solo le cayó a una, y si eso fuera poco, ¡murieron antes del documento papal!

Me dan tanta lástima las pobres, cuando las atrapo asomándose al manto terrestre, con esa añoranza de quien tiene toda una vida (terrena) preso, pienso que recuerdan a su hermana, la que se fue al cielo, y quizá se pregunten ¿cómo es allá?, ¿cómo se vera el cielo desde el cielo?

Por que la vida en el limbo, tiene un paisaje ambiguo y aunque no es un lugar de castigo, nunca se pierde la sensación de estar a punto de llegar a algo…pero sin alcanzarlo, aunado a que el trabajo es continuo, y sin fin… pero no quiero sonar amargada, ellas no están del todo mal, el estar con los tuyos te hace sentir en casa, y cualquier lugar, por ajeno que sea, se volverá un hogar cuando tienes contigo a los que amas, así, las seis hermanitas se hacen compañía mientras bordan y bordan las superficies de los mundos que serán habitados por lotes de almas creadas que salen diariamente de los hornos del creador.

Pero volviendo al tema que me inquieta, creo que estamos ante una crisis, se siente el nerviosismo en cada rincón.

¿De verdad se va a cerrar el limbo?

¿Qué haremos con todas estas almas?

¿Vamos a ir al cielo a todos?

¿Sólo se irán al cielo las que mueran después de este decreto?, los papeleos siguen, y hay inconformidad de un gran sector, los que ya se acostumbraron aquí, y los que tenemos puestos honorarios, tememos cual será nuestra categoría si nos reubican en el cielo, digo, no es lo mismo un bebe que no tuvo tiempo de hacer meritos a un predicador famoso que murió antes de la resurrección…ósea hay niveles ¿no?, además ¿quien bordara ahora el manto terrestre? Se corren rumores de que habrá movimientos también en el infierno, por que esto no es cualquier cosa, estamos hablando de millones de almas que tendrán que mudarse, los detalles de logística no son cualquier cosa ¡como se llevara a cabo la mudanza? ¿Vendrá el ángel a transportarnos de uno en uno?

Debo hacer migas con Gabriel, es posible que quiera ayudarme, tengo entendido se entrevisto con luzbel, y que la disputa era por aquellos que murieron sin bautizo pero siendo adultos, por que se supone que ellos podían elegir’, lo cual me pone en aprietos, por que mi alma está en manos del que resulte mejor negociador y litigante, y aunque tengo mayores simpatías por el cielo (alguna vez hice solicitud, que fue rechazada, por que Juan Pablo no había dejado clara su postura al respecto) debo reconocer, que en eso, los malos, son más buenos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me encanto este cuentito!!
Tanto humor negro, tanto sarcasmo es simplemente delicioso!
No había leido el ultimo parrafo y me gusto mucho. Por que me doy cuenta la capacidad de reirnos ante las cosas malas.
Lindo, muy lindo.

Ironía, sarcasmo, humor negro, sexo, amor y desamor, cine, libros, música, mujeres, locura, amargura y cosas peores