jueves, 10 de julio de 2008

Amores perdidos y Autocomplacencia


…me quedé allí sentado y bebí, disfruté de que al menos un ser vivo se arrimara a mí, y dejé que el torbellino de imágenes oníricas de mi cabeza se aplacara y los horrores fueran desapareciendo ... A lo mejor era una de esas noches en las que me despertaba con un sabor especialmente salado en la boca, un sabor a tristeza y melancolía, con una sensación de pérdida y soledad que ni siquiera disminuía con el cariño de un viejo gato saciado. En cualquier caso, estaba allí sentado y cavilaba sobre por qué había acabado solo, por qué en mi cama no me esperaba ninguna mujer y qué era, por todos los ciclos, lo que me había salido tan mal con los amores de mi vida.’’Siempre amas lo que no tienes.’’

…El calor que se expandió de pronto por mi pelvis me hizo recordar la facilidad con que antaño me había encendido de deseo por ella. Y yo me había rendido a ese deseo y al mismo tiempo lo había rechazado por ser una reacción corporal, meramente física. ¿Por qué? ¿Sólo porque era tan espontáneo, poderoso, irresistible y mutuo? ¿Qué reparos le había puesto yo, un médico, al cuerpo? ¿Acaso había encontrado en él, aparte de sus venas y humores, un lugar que pudiera albergar nuestro yo, nuestra consciencia, nuestra alma, si es que existía algo así? ¿Acaso no seguía siendo el jovencito idiota que creía que el amor podía ser esa veneración insatisfecha que hacía temblar las?

…En mi vida he tenido otras aventuras de las que no hablaremos, pero jamás he vuelto a sentir ese deseo absoluto y correspondido, la fiebre temblorosa que al encontrar su eco en otra persona crece y lo funde a uno con ella, esa ineludibilidad que se reconoce con júbilo en el ansia del otro y... Ese deseo había sido un regalo, entonces me di cuenta, y yo lo había rechazado. «Además, ¿qué quiere decir "sólo físico"?», pensé con arrepentimiento. ¿Acaso no había contribuido mi imaginación a formar esa imagen por la que había suspirado entonces? ¿No la había evocado mi memoria cuando la esperaba antes de una cita? ¿No había dibujado mentalmente su cabello, sus pechos, la curva con la que su espalda se convertía en sus nalgas...? ¿No había crecido el placer hasta lo insoportable antes de que ninguno de mis sentidos hubiese podido percibir, palpar, saborear uno solo de los átomos de ella? Y ¿que era mi imaginación sino mi alma?...

Teresa (Tessa) Korber,  -El médico del emperador-

4 comentarios:

Carlos LABARTA dijo...

Voluptuosa soledad la del que se queda con el sinsabor de la ruptura... Está genial!

Caminante dijo...

Se oye gúeno, lo buscare, lo leere y opinare.

Vidita dijo...

Ayyyyyyy pero que hermoso, voy a buscarlo para leerlo completo...coincidí en muchos puntos...sobre todo en aquello de "solo lo fisico", el gato en mi cama, mi unica compañia desde hace 4 años...

Anónimo dijo...

Palabras puestas en la boca de uno de los mejores hijos de Esculapio... el propio Galeno, médico del emperador Marco Aurelio.

Ironía, sarcasmo, humor negro, sexo, amor y desamor, cine, libros, música, mujeres, locura, amargura y cosas peores